Nuestra colega Ana Elizabeth Ochoa defendió su tesis de doctorado en noviembre de este año. Es la primera graduada del doctorado en Recursos Hídricos, la primera graduada PhD de la Universidad de Cuenca y de la ciudad de Cuenca. Queremos reiterar nuestras felicitaciones a Ana, así como nuestro agradecimiento a su trabajo para y con REMCI en Cuenca. A continuación reproducimos su discurso de graduación. ¡Gracias, Anita!
Foto cortesía de Johanna Orellana |
Para hacer frente a la problemática actual, el programa de Doctorado en Recursos Hídricos abrió su primera cohorte hace cuatro años. Es el primero de la ciudad y el primero del país en un área de ciencias naturales. La Universidad de Cuenca, junto con la Escuela Politécnica Nacional y la Universidad Técnica Particular de Loja aunaron esfuerzos para otorgar el máximo grado académico. Y, para mí, es un honor ser la primera graduada de este Programa.
No es una casualidad que la primera Doctora, sea mujer. Casi la mitad de investigadores del Programa de Doctorado somos mujeres. Detrás de aquello, hay un camino recorrido por directores, directoras e investigadoras del Departamento de Recursos Hídricos y Ciencias Ambientales, en donde la temática de visibilización de la mujer en la ciencia y la equidad de oportunidades han sido temas de conversación que se llevaron a la práctica. De hecho, hace dos años, junto con algunas investigadoras del Departamento nos unimos a investigadoras del país en la Red Ecuatoriana de Mujeres Científicas. Nuestra red busca promover el trabajo científico de mujeres e incrementar su participación y reconocimiento en la academia de Ecuador y el mundo. Visibilizar a las mujeres en ciencia permite que la sociedad conozca su trabajo, que rompamos estereotipos, que exista equidad de oportunidades; y sobre todo, que niñas y jóvenes aspiren a ser científicas. A mí, la red, además me ofreció amigas y mentoras. El Departamento de Recursos Hídricos y la Red Ecuatoriana de Mujeres Científicas son ejemplos de que tomando acciones concretas podemos incrementar la participación de las mujeres en la ciencia. No obstante, aún queda mucho por hacer en nuestras universidades y en el mundo.
Estoy muy contenta de haber culminado este paso en mi camino y quiero agradecer el trabajo de muchas personas que hicieron posible que estemos aquí el día de hoy. Quiero expresar mi cariño por mi alma máter, la Universidad de Cuenca, en donde estudié mi pregrado y donde me aficioné por la ciencia. Agradezco a las autoridades de la Universidad, en la persona de su Señor Rector, Dr. Pablo Vanegas, por dirigir el camino de nuestra Universidad. El rectorado, a través de la Dirección de Investigación, me otorgó una beca para mis estudios doctorales y también financió el proyecto de investigación del cual mi trabajo científico fue parte. De manera especial, quiero agradecer a mis directores, Dr. Rolando Célleri y Dr. Patricio Crespo. Su experiencia y conocimientos son reconocidos internacionalmente y es destacable para mí, su dedicación como mentores. Gracias Rolando, por motivarme y guiarme en estos años. Gracias Patricio, por empujarme siempre hasta el límite desde pequeña y por estar a mi lado durante los momentos más importantes y más difíciles.
Adicionalmente, quisiera nombrar a algunos mentores y mentoras que han aportado significativamente en mi vida: Esteban Samaniego, Daniela Ballari, Prof. Jan Feyen, Galo Carrillo, Johanna Orellana y Ximena Palomeque. El Departamento de Recursos Hídricos es un grupo extraordinario y ha creado el ambiente ideal para hacer investigación. Gracias a todos sus miembros que forman parte también de este logro de hoy.
Además de la vida académica, mi familia ha sido fundamental durante mis estudios. Quiero agradecer a mis padres por ser incondicionales, por educarme sin estereotipos y darme ejemplo de fortaleza y tenacidad. Gracias a mi compañero de vida, Edisson, por apoyarme, motivarme y ser un excelente padre de nuestras mellizas, Ariana y Camila, que son sin duda mi mayor inspiración y mi más grande reto en la vida.
Gracias a todos y todas.